Los catalanes vencieron por 3-1 a los griegos, pese a jugar más de un tiempo con un jugador menos por la expulsión de Piqué; suman 9 puntos en tres fechas y lideran el Grupo D.
Barcelona , como club, se aglutina alrededor de Lionel Messi . Nada le produce más alivio y unanimidad que el rosarino. Se cubre con él para que no se vea tanto la hibridez con que se posiciona ante la declaración secesionista de Cataluña. Cerró el Camp Nou el domingo del referéndum, pero no se animó a cancelar el partido ante Las Palmas. Ayer volvió a abrir las puertas tras aquella goleada con silencio en las tribunas. Disconformes con una medida que apuntaba a quedar bien con todos, en esos días renunciaron dos dirigentes.
Los representantes de las entidades soberanistas ANC y Ómnium, que tienen a sus dos líderes encarcelados, finalmente rechazaron la invitación de ayer al Camp Nou, a modo de protesta porque los dirigentes les impedían mostrar las pancartas con el lema Freedom. Sí los autorizaron a que las exhibieran en la entrada a La Masía. Barcelona acompaña, pero se baja a mitad de camino del viaje independentista. Juega a su manera ese trascendental partido. Tras pedir autorización a la UEFA para evitar sanciones, el club desplegó minutos antes del comienzo del partido una inmensa tela más políticamente correcta con la inscripción “Diàleg, Respecte i Esport” .
El rumbo está mucho más claro y definido en la cancha, porque lo marca Messi. Ahí no hay disenso ni dobles lecturas. Todos se encolumnan detrás del N° 10, el equipo gana y el club retoma la iniciativa. Messi es el santo remedio futbolístico en medio de las derivas políticas y sociales.
No fue sorpresa el 3-1 ante Olympiacos, el rival más débil del Grupo D, que encabeza Barcelona, con 9 puntos en tres fechas, cosecha que lo pone con un pie en los octavos de final. Una ocasión más que propicia para que Messi siguiera a la caza de esas estadísticas redondas que engrandecen una carrera que vestido de azulgrana ya es de leyenda.
Favorecido por la débil oposición del arquero Proto, Messi convirtió el segundo tanto con un tiro libre -el foul había sido sobre él- que no fue ni muy al ángulo ni muy fuerte. No fue de los más lindos que hizo, pero sí será recordado porque se constituyó en su gol N° 100 por copas europeas, distribuidos de la siguiente manera: 97 por Champions League y tres por la Supercopa de Europa. Sólo necesitó 122 partidos para llegar a esa cima centenaria. Lo supera Cristiano Ronaldo, que en 147 encuentros acumula 112 festejos (110 en Champions y dos en la Supercopa).
Siempre circunspecto y diplomático en sus conferencias de prensa, el entrenador Ernesto Valverde, que cumplió 100 días en la función, se permitió una hipérbole cuando habló sobre Messi: “Pues que siga así y a ver si marca el 200 en esta misma temporada, aunque lo veo un poco difícil. Lo que está claro es que Leo está rompiendo todas las barreras”.
El nivel de Messi mejoró en el segundo tiempo, cuando Barcelona se quedó con diez por la expulsión de Piqué, que estaba amonestado y recibió la segunda amarilla por empujar una pelota al gol con la mano derecha. Javier Mascherano ingresó por el extremo Deulofeu para rearmar la línea de cuatro, en la que el lateral izquierdo Digne (sustituto del lesionado Alba) marcó el tercer gol tras una gambeta con desborde y centro atrás de Messi.
En un chato y anodino primer tiempo, con Olympiacos bien apretado en su campo, Barcelona se puso en ventaja de una manera que es toda una peculiaridad en esta campaña. Fue con un gol en contra del zaguero Nikolaou al querer despejar un centro de Deulofeu. Lo singular es que se trató del quinto gol en contra a favor del Barça en partidos oficiales de esta temporada. Los otros los convirtieron Coates (Sporting Lisboa), Aday e Iraizoz (Girona) y Tosca (Betis). Todos esos apellidos en conjunto se constituyen en la segunda vía que le dio más goles a Barcelona, detrás de los 15 que acumula Messi.
De esta foto estadística se desprenden un par de observaciones: la eficacia de Messi es lo suficientemente alta como para compensar los goles que se llevó Neymar y Luis Suárez anda con la pólvora un poco húmeda. Sus tres tantos están por debajo del global “gol en contra”.
Por la Champions, Messi hizo el gol 1 y el 100 ante rivales griegos. Hace casi doce años abrió la cuenta frente a Panathinaikos. Treinta fueron los equipos adversarios que lo padecieron. Ninguno más que Arsenal, en nueve oportunidades; le siguen Celtic y Milan, en ocho, y Bayer Leverkusen, en siete, según datos de @pedritonumeros.
“Esta es la era de un Messi sublime. Es un líder, le daría todos los premios del mundo”, dijo el presidente Josep María Bartomeu, más feliz en el reinado de Messi que en la convulsionada Cataluña.
Fuente: La Nación
