San Lorenzo empató con Corinthians y se define todo en la última fecha

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El Ciclón jugó de igual a igual ante un durísimo rival y, aunque sufrió por momentos, también tuvo sus chances. El empate lo dejó tercero en la zona pero todavía con posibilidades.

 

 

No hubo goles en Brasil y habrá suspenso en la definición. El 0-0 de San Lorenzo ante Corinthians dejó todo para resolver en la última fecha. El campeón de la Libertadores deberá derrotar (o golear a Danubio) y esperar una ayuda del Timao ante San Pablo, el mismo miércoles 22.

San Lorenzo lo sabía desde la noche anterior. El gol de Ricardo Centurión para el San Pablo, ante Danubio, en Montevideo, condicionó el escenario de esta visita a territorio paulista: no había lugar para la timidez ni para cautelas en exceso, más allá del largo invicto del Corinthians en su casa (31 partidos, con el de anoche). Había que ir a buscar. Lo sabía el entrenador Edgardo Bauza. Y lo expresó antes de esta cita relevante. Corresponde decirlo: en el campo de juego se corroboró su enunciado. San Lorenzo afrontó el partido como lo que era: una final. Lo jugó con intensidad, con voluntad de ataque, sin abrazarse a la posibilidad del empate. Ojo: tampoco se regaló en nombre del triunfo necesario. Pero fue, quiso, invirtió recursos en el aspecto ofensivo.

San Lorenzo ubicó tres mediocampistas de ataque detrás de su principal referencia de área, Mauro Matos. Eligió la movilidad antes que la elaboración. Y la velocidad antes que la tenencia. El plan le salió a medias: le faltó precisión en los últimos metros de la cancha. Sin embargo, logró incomodar en varios tramos a este Corinthians que muchos señalan como candidato principal a llevarse el máximo trofeo continental en esta edición.

El Timao también sabía de la importancia del encuentro: llegaba el defensor del título, con su antecedente inmenso y con sus necesidades nuevas y grandes. No hubo casualidad en el contorno: esas 41.107 personas que colmaron el Arena Corinthians establecieron récord de concurrencia para el estadio del equipo más popular de San Pablo.

Sin desesperaciones y sin regalar nada, Corinthians también ofreció la idea inicial de ir a buscar. Con Ralf como único volante de marca, incluyó cinco futbolistas (tres volantes y dos atacantes) para tratar de inquietar a Torrico. Fue superior por momentos, tuvo más la pelota, desbordó ocasionalmente por las bandas, pero careció de contundencia. Y cuando se acercó con profundidad, se encontró con la seguridad del arquero.

Ya en el complemento, San Lorenzo fue perdiendo audacia. Se convenció de que la igualdad no era un resultado negativo para sus posibilidades de acceder a la siguiente fase. Se verá… Lo cierto es que Corinthians se mostró más entero, más convencido en su búsqueda. Con Emerson, con Jadson, con Elías, con Renato… Ofreció cierto volumen de juego. Pero no pudo vulnerar a este San Lorenzo que -con la tenacidad de Buffarini como emblema- mantuvo el cero en su arco y dejó la sensación de que la visita a Brasil no dejó secuelas graves. Eso sí: ya no depende de sí mismo. Ahora no le queda otra: deberá ganar y rezar. Los Santos saben de que se trata la cuestión.