Boca le ganó a Lanús en una Bombonera que gritó por Riquelme

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Fue 3-1 para el local, que subió al cuarto lugar y puede terminar segundo. Los hinchas gritaron por Román y hubo insultos para el presidente Angelici.

 

Si el triunfo de Boca por 3 a 1 termina por ser el último partido de Juan Román Riquelme en La Bombonera, que el equipo de Carlos Bianchi llegue a la última fecha del torneo Final no será más que una anécdota. Por lo pronto, como local, le ganó bien a Lanús, con goles de Gigliotti, Colazo y Riaño. El empate parcial lo había marcado el delantero uruguayo Santiago Silva.

“Riquelme es de Boca, de Boca no se va”, con ese cántico recibió La Bombonera a su ídolo máximo en lo que se sospecha que puede ser el último de Juan Román Riquelme en ese estadio. Y se repitió durante todo el partido. En las tribunas, las banderas eran claras: las solicitudes al presidente Angelici para que le renueve el contrato al gran ídolo eran múltiples.

En cuanto al juego, antes de los 10 minutos llegó a fondo el local, con un buen desborde de Insúa por izquierda que terminó en un entro que Gigliotti no alcanzó a conectar. Tenía mucho ritmo el partido y la cancha mojada por las lluvias caídas colaboraban. Sobre el cuarto de hora, el arquero Marchesin debió esforzarse para desviar al tiro de esquina u nremate de Gigliotti. La visita, lejos de meterse atrás, llegaba antes de los 20 por un zurdazo de Pasquini que salió crca de la base del poste derecho de Orion. Era de ida y vuelta el partido. Tanto, que inmediatamente luego de l ajugada anterior, el arquero del equipo de los mellizos Barros Schelotto tuvo que lucirse para evitar el gol en contra del mismo Pasquini que antes casi marcaba para Lanús. También pudo abrir el marcador el Burrito Martínez. Al delantero le cayó adentro del área una pelota cruzada desde la izquierda y su derechazo al primer palo no halló arco. Pese a las buenas llegadas, el gol se le negaba a ambos, por iprecisiones o impericia para definir. A los 35 pudo festejar Diego González tras un pase atrás de Alejandro Silva, pero su derechazo se fue muy por arriba.

Lo que en 45 minutos no consiguió, a Boca le bastó solamente con 5 en la segunda etapa para conseguirlo. Insúa puso un pase digno del mejo Riquelme que dejó a Gigliotti mano mano con Marchesin. En primera instancia, el 1 tapó el remate del delantero, pero el rebote le cayó al goleador, que entonces no perdonó. Fue efímero el festejo de la Bombonera, porque a los 9 minutos, de cabeza, cumpliendo con la ley del ex, Silva estampó el 1 a 1. Pero rápidamente los lamentos de los hinchas volvieron a ser festejos, porque a los 10, a colazo le quedó la pelota en el área luego de un cabezazo de Gigliotti que dio en el travesaño y les devolvió la ventaj a los de Bianchi, que con 35 minutos por jugar, ganaban 2 a 1.

Con Riquelme lúcido para manejar la pelota y las escaladas de Insúa por izquierda, a Boca parecía bastarle para justificar el triunfo, pese a la endeblez defensiva demostrada por momentos. Era esperable que el tercer gol de Boca llegara, cosa que se materializó antes de la media hora. Entonces, un centro bajo de Cubas, que había reemplazado en la priemra etapa a Erbes, fue conectado por un derechazo de Riaño, que clavó la pelota alta, por el medio del arco de Marchesin.

No quedó tiempo para mucho más. Sí para que La Bombonera revalide su veredicto. Ese que canta “Riquelme no se va”. Con su séptimo partido consecutivo sin derrotas.