Guardiola: un éxito “albiceleste” (y viceversa)

En el fútbol hubo proyectos que definieron una era, ya sea por el estilo de juego del club, por los títulos conseguidos o por una hegemonía del mismo acompañado de estas dos variables.

En estos procesos, es impensable definirlos sin el capitán, el técnico o el “pintor” que les dió forma a los mismos, relacionándose con futbolistas que definieron una época, recordando entre los más recientes el Manchester United de Alex Ferguson y Ryan Giggs, el Arsenal de Arsene Wegner y Thierry Henry y si nos vamos a selecciones, la España de Vicente del Bosque y Andrés Iniesta o la Alemania (vigente) de Joachim Low.

Por supuesto, entre los mencionados no podemos olvidar al Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi, un conjunto catalán que vió más títulos en cuatro años que muchos otros
proyectos de la historia del fútbol, consiguiendo todo aquello que jugó al menos una vez. Y es que es necesario reconocer que todo buen proyecto del fútbol viene ligado a unas excelentes relaciones entre gestionadores y jugadores, dando beneficios para ambos a lo largo de su carrera.

Poniendo el ejemplo de Messi y Guardiola, es imposible no fijarse en este dato: el argentino ha logrado sobrepasar todos los récords de la historia del FC Barcelona y La Liga siendo el mayor anotador del club, el que más botas de oro ha ganado lo mismo con balones de oro además de ser el mayor goleador en la historia de la Liga y mucho más.

Por otro lado, tenemos a Guardiola, un técnico que ganó 14 títulos (incluyendo triplete y
sextete) divididos en Ligas, UEFA Champions League, Copa Del Rey, Supercopas de España,
Europa y Mundial de Clubes. Todo esto resultaría impensable de no ser porque no hubiese sido logrado sino hubieran habido las buenas relaciones entre el argentino y el mismo Pep, el primero señalando al técnico como el “genio detrás de su éxito” y el segundo que no lo deja de admirar incluso cuando ya no lo dirige, señalando que es “imposible describirlo, solo hay que disfrutarlo”. Ahora en Inglaterra.

Después de proyectos como el Bayern (también muy exitoso) era solo cuestión de tiempo para apreciar el trabajo de un técnico tan triunfador en La Liga más competitiva del mundo: la Premier League de Inglaterra donde su (actual) equipo, el Manchester City, tenía el reto de volver a alcanzar la gloria disputando el torneo ante equipos renovados como Liverpool, Arsenal, Manchester United o Chelsea.

Sus resultados, después de dos años, son también buenísimos: 3 trofeos conseguidos en dos años y entre ellos, una Liga que llega a los 100 puntos, algo que ningún equipo de Premier había logrado al igual que más de 100 goles anotados, más diferencia de puntos con respecto al segundo, mayor posesión de balón colectiva y en un partido, entre muchos otros logros.

Por supuesto, el equipo de Pep tenía que tener otro referente que no fuera el “10” del
conjunto catalán, algo que encontró dentro de personaje de Sergio “Kun” Agüero, otro
argentino que ya con algunos años (y títulos dentro del club) buscaba ser un referente mayor para la historia del conjunto “citizen”. Y lo logró.

El delantero argentino demostró ser un gran referente del conjunto de Guardiola, denotando su gran capacidad goleadora que no se ha visto disminuida en los últimos años, su continúa buena forma física y su dato más importante: su reto de ser el goleador histórico del Manchester City, algo que con Pep (incluyendo títulos) hará del Kun quizá el referente histórico más importante de su historia. Cabe destacar que, al igual que en Barcelona, la relación de Guardiola con su referente es la mejor posible. El delantero solo tiene halagos para referirse a Pep, datándolo de “un gran gestionador, que sabe imponer su idea y su fútbol” al igual que el técnico se expresa hacia el mismo de una manera similar, señalándolo como un “delantero nato”.