En Argentina, se calcula que más de 18 mil personas mueren al año por esta causa.
Se caracteriza por un déficit neurológico ocasionado por una disminución importante del flujo sanguíneo cerebral, de forma anormalmente brusca (isquémico) o bien, por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral (hemorrágico).
El neurocirujano Rolando Cárdenas Sánchez, a través de un informe de la Agencia Télam, informó que «prevenir el ataque cerebral puede ser más fácil de lo que uno piensa».
Destacó la importancia del control médico ante enfermedades como la tensión arterial, el colesterol y la diabetes. Pero indicó otros factores que pueden ayudar en la prevención, como evitar el abuso del cigarrillo y las drogas, la obesidad, el sedentarismo, y tratar de disminuir el estrés.
Ante un ataque cerebrovascular, el primer síntoma sería un dolor de cabeza muy fuerte, que no cede con los analgésicos. Luego, nombró una serie de síntomas neurológicos que pueden darse, como: desviación de la cara hacia un lado, pérdida de la fuerza en una mano o en una pierna, dificultad en el habla o ceguera transitoria en uno de los ojos.
Por eso insistió en acudir inmediatamente al medico, ya que en cada minuto se pierden 2 millones de neuronas y este número aumenta a medida que pasa el tiempo.