Luego de la movilización de los gremios de los trabajadores, el presidente pidió la renuncia de Luis Scervino, el Superintendente de Servicios de Salud, y Ezequiel Sabor, viceministro de Trabajo.
La marcha que realizó este martes la CGT junto a las dos CTA y los movimientos sociales en contra de las políticas del Gobierno Nacional, ya tuvo sus primeras repercusiones, pero no son positivas.
Duro revés del Gobierno en respuesta a la protesta: el presidente Mauricio Macri pidió la renuncia a Luis Scervino, el Superintendente de Servicios de Salud, y echó a Ezequiel Sabor, viceministro de Trabajo.
El primero, es el cargo es el más importante que tienen los sindicatos en la estructura estatal, ya que desde allí se controlan las obras sociales, receptoras de la mayor caja que manejan los sindicatos.
Por el lado de Sabor, venía de la gestión del PRO, pero se convirtió en la segunda «víctima» del Gobierno tras la movilización. Macri ordenó que le pidieran la renuncia por su cercanía con el sector gremial que comanda Hugo Moyano, con quien había trabado una buena relación desde su paso por la gestión porteña.
Así, ya son dos los funcionarios que quedaron afuera del gobierno post marcha de los gremios de trabajadores, que ya están en tratativas de un posible paro nacional, iniciativa a la cual se sumó la sede cordobesa de la CGT.
Asimismo, el jefe de estado le quitó importancia al reclamo y dijo que la medida fue una «pérdida de tiempo».
Ahora habrá que esperar las consecuencias de este cruce entre el oficialismo y los sindicatos, que lamentablemente los usuarios siempre llevan las de perder, al quedar en medio de este fuego cruzado de luchas de poder.