Parece que la guerra por las patentes que Apple y Samsung mantienen desde hace años llega a su fin. Y parece que beneficia a todos. A los de Cupertino, en primer lugar, porque su principal rival le va a pagar 548 millones de dólares. Y a la firma coreana también porque no va a pagar los 1.000 millones de dólares que en 2012 dictaminó un jurado federal estadounidense (aunque en marzo de 2013 el juzgado redujo la multa a 598 millones).
Según el documento filtrado, Samsung tiene hasta el 14 de diciembre para hacer efectivo el pago. El acuerdo alcanzado estipula que, entonces, Apple aceptará y ambos darán por fin carpetazo a este asunto.
El enfrentamiento entre ambos gigantes comenzó en 2011, cuando Apple acusó a Samsung de plagiar el diseño del iPhone para hacer los Galaxy. Por tanto, decidió tomar medidas legales. En 2012, un jurado federal que concluyó que varios dispositivos de Samsung habían violado patentes de Apple.
Ahora, la Corte Federal de Distrito del Norte de California ha publicado el acuerdo al que ambas compañías han llegado. Sin embargo, tal y como recoge el documento, Samsung se guarda un as en la manga: si la situación cambia, la compañía tendrá derecho a que Apple le reembolse la cantidad acordada. Y es que la compañía surcoreana va a reclamar al Tribunal Supremo de Estados Unidos, con lo que el juicio podría repetirse si se acepta la apelación.