El Presidente ruso pronunció su discurso anual de gestión frente al Parlamento durante el cual arremetió duramente contra las medidas adoptadas por Occidente ante el conflicto en Ucrania. Los temas tratados fueron la anexión de Crimea, las sanciones impuestas por la UE y Estados Unidos, y la recesión económica que atravesará el país.
Vladimir Putin se encargó de anunciar abiertamente, en su discurso anual frente al Parlamento, su postura en relación a las medidas adoptadas por Occidente, que sancionaron el apoyo del Gobierno ruso a los grupos separatistas del Este de Ucrania.
El mandatario fue duro y sus frases agudizan el conflicto. Sostuvo que la situación actual no se debe a lo sucedido en Ucrania ni a la anexión de Crimea, sino que lo que tiene en mente occidente es frenar el crecimiento de su país.
«Las sanciones no son la reacción nerviosa de EEUU o sus aliados ante nuestra posición hacia el golpe de Estado en Ucrania y no están relacionadas con la llamada primavera de Crimea. Si todo esto no hubiera pasado, se inventarían alguna otra excusa para contener la creciente fuerza de Rusia».
Putin acuso directamente que «algunos Gobiernos de ciertos países intentan levantar alrededor de Rusia una especie de nuevo Telón de Acero».
Respecto a las sanciones económicas, el Presidente manifestó que si bien son perjudiciales también son un incentivo para fortalecer la economía interna.
En esa línea, estableció que quiénes legalicen sus recursos y propiedades en Rusia, y reinviertan en dinero en la economía local, serán beneficiados con una “amnistía” y no se les pedirá, por única vez, que rindan cuentas de sus ganancias.
Putin mostró en este discurso una postura dura, manifestando que Occidente no logrará desintegrar a Rusia y cerrando, al menos por el momento, las puertas para una solución negociada al enfrentamiento.