Las lluvias torrenciales provocadas por los vientos monzónicos en ambos países provocaron, hasta el momento, más de 300 muertos, según cifras oficiales brindadas el domingo por las autoridades. El número de víctimas tiende a subir.
Las incesantes precipitaciones en Pakistán provocaron al menos 193 muertos durante los últimos tres días y dañaron miles de viviendas, mientras que cuatro distritos fueron puestos bajo alerta roja. No obstante, el domingo el nivel de las aguas comenzó lentamente a disminuir.
En India, soldados intentaban rescatar el domingo a miles de personas afectadas por las peores inundaciones en medio siglo en la «Cachemira», en las que perdieron la vida al menos 150 personas y dejaron bajo el agua a la principal ciudad, Srinagar.
Equipos de rescate, con soldados en embarcaciones y helicópteros recorren los sitios que carecen de comunicación, en tanto que las vías quedaron cortadas por las aguas.
En los dos estados se desplegaron miles de soldados, policías y personal de emergencias, ayudados por helicópteros y barcos, para intentar acceder a la gente que se encontraba atrapada. Al menos 11.000 personas ya habían sido rescatadas.