Se trata de piezas metálicas con agujas que utilizaron los nazis para tatuar e identificar a los prisioneros.
El portavoz del museo del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, Bartosz Bartyzel, confirmó que un donante no identificado regaló a la institución cinco placas de metal, que contienen un cero, dos tres y dos seis o nueve, para formar distintos números.
Bartyzel indicó que Auschwitz fue en el único lugar donde se usó este tipo de identificación. Primero lo hacían en el pecho de las víctimas, y luego comenzaron a hacerlo en el antebrazo izquierdo.
Estas placas, cuya autenticidad ya fue confirmada, serán conservadas en los archivos del museo, y serán presentadas al público durante una exposición prevista para los próximos años.
De 1940 a 1945, un millón de judíos europeos murieron en Auschwitz-Birkenau, así como 70.000 a 75.000 polacos no judíos, 21.000 gitanos, 15.000 prisioneros de guerra soviéticos y 10.000 a 15.000 prisioneros más.