Los productores ya están atentos por los recientes reportes de la presencia de Roya amarilla del trigo, en diferentes provincias de la llanura pampeana: Sur de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires y en puntos muy distantes, por ejemplo en Jesús María (norte de Córdoba), Necochea y Bordenave, (sur de Buenos Aires).
Una mirada integral sobre roya amarilla
Es importante describir ésta enfermedad con mayor detalle, para tener buenos criterios a la hora del manejo sanitario del cultivo de trigo.
El antecedente más cercano de la presencia de ésta enfermedad fúngica, se produjo el año pasado, es decir que ya viene repitiendo su protagonismo. Lo que agrega mayor preocupación es que en el 2016 su aparición fue mas tardía (octubre, noviembre), mientras que éste año, ya se presentan los primeros lotes con sintomatología característica (fin de agosto y comienzo de septiembre).
Según el Ingeniero Agrónomo, Enrique Alberione de la EEA INTA Marcos Juárez (Córdoba), ésta aparición tempranera, puede deberse a una mayor presencia de inóculo inicial, debido a circunstancias climáticas (menores registros cuantitativos y cualitativos de heladas y temperaturas favorables para el desarrollo del patógeno y la esporulación) como también la generalización de cultivos establecidos con variedades susceptibles.
Monitoreo
Esta es una de las herramientas más importantes, y se deben recorrer los lotes, tratando de identificar manchones, con áreas de una menor intensidad de verde. O directamente caminar los mismos, con observaciones secuenciales, y específicas al azar.
El monitoreo intensivo es fundamental, tomando numerosos puntos de referencia en el lote, debido a que la enfermedad comienza por manchones y en variedades susceptibles su progreso puede ser explosivo.
Síntomas, signos, daños
Para advertir la presencia del patógeno Puccinia striiformis var striiforms westend, en una incipiente infección, uno debería dirigir la mirada hacia las hojas basales (primeras afectadas por el inóculo) y en ellas se pueden encontrar, la presencia de pústulas uredospóricas amarillentas dispuestas en estrías paralelas a la lámina de la hoja. El área afectada posteriormente se necrosa.
También se observa en las espigas, en glumas y aristas. De las royas que afectan al trigo es la única que se propaga más allá del lugar del punto inicial de infección (Roelfs et al., 1992). Por esto se la considera de tipo sistémica. Pocas infecciones iniciales pueden conducir al secado de las hojas sin necesidad de infecciones posteriores. En las reacciones consideradas resistentes a moderadamente resistentes, se observa una escasa longitud de la estría, clorosis y baja a nula formación de pústulas. Comparte muchas características con la roya de la hoja (Puccinia triticina), como la variabilidad patogénica con la existencia de razas fisiológicas. Estudios destinados a la identificación racial no se desarrollan en Argentina debido a la baja importancia relativa que ha tenido.
Las medidas de prevención recomendadas son:
– Utilizar variedades poco sensibles o resistentes si las hubiera. Esta estrategia se ha mantenido muy eficaz a lo largo de muchos años, no obstante están apareciendo nuevas razas que se muestran virulentas sobre variedades que hasta el momento eran resistentes.
_Evitar los excesos de fertilización nitrogenada.
Control Químico
El control químico es una herramienta importante, ya que variedades de alto rendimiento y muy sembradas en la región pampeana están siendo afectadas en forma severa porque las condiciones climáticas son altamente conductivas.
El Umbral de Acción o intervención química para otros países se determinó como 30 – 40% de Incidencia o 1% de Severidad.
Fuentes consultadas:
http://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_roya_amarilla_2016_trigo.pdf
https://www.syngenta.es/roya-amarilla