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jueves 25 abril 2024

La biotecnología y el mejoramiento genético son herramientas de orgullo nacional

El CampoLa biotecnología y el mejoramiento genético son herramientas de orgullo nacional

No siempre lo malo y negativo, se debe resaltar, porque hay especialistas y técnicos que de manera silenciosa aportan su inteligencia y esfuerzo para que nuestro complejo agrícola se desarrolle y sea competitivo a nivel mundial.

No es un problema en Argentina la falta de variedades y el atraso genético, sino todo lo contrario. El campo,  cuenta con  una paleta muy variada de materiales adaptados a distintas regiones y necesidades productivas, que han sido el caballito de batalla de la agricultura de nuestro país.

Un poco de historia…

La Argentina agrícola nació con la llegada de los inmigrantes. Desde 1880 la economía ganadera comenzó a compartir posiciones con la agricultura, cuyos productos eran demandados por Europa. Los cultivos pioneros fueron trigo, avena, maíz y lino. Hoy, hay más de una docena que ocupan una importante superficie con gran aporte a la economía nacional, al igual que otros con significativa contribución y que se cultivan intensivamente. Los primeros materiales se cultivaron a partir de la simiente traída por los inmigrantes o de importaciones sin demasiado control.

La falta de adaptación llevó a que rápidamente se tratara de buscar soluciones, al principio con selecciones sobre las poblaciones introducidas y luego buscando mejores combinaciones. Ambas etapas constituyeron los primeros trabajos de mejoramiento vegetal en el país. La contribución inicial en todas las tareas de genotecnia surgió por iniciativa gubernamental, desde el Ministerio de Agricultura, ministerios provinciales, universidades y, desde su creación, el INTA.

En las especies de mayor importancia económica, la participación de la actividad privada se incrementó y llegó a tener una participación decisiva. Gracias a la acción combinada de la mejora genética y del perfeccionamiento de la tecnología para aplicar en los cultivos, estas actividades colocaron a la Argentina en una situación de privilegio en cuanto a la productividad y a la posibilidad de abastecer a una parte de las necesidades del mundo con materia prima o productos elaborados a partir de aquella.

Sin embargo, el crecimiento demográfico y la dificultad de producir alimentos suficientes es una espada oscilante sobre la masa de la humanidad. La ciencia sigue volcando esfuerzos para que el conocimiento permita cumplir con la premisa de producir más por unidad de superficie, a lo que se agrega el compromiso de que ello pueda lograrse sin alterar la sustentabilidad de los sistemas productivos, para asegurar la producción alimentaria en el largo plazo. Así, en los últimos 30 años, conceptos como cultivo de tejidos, marcadores moleculares, mapas genómicos y transformaciones genéticas, entre otros, dinamizaron el mejoramiento vegetal: permitieron generar y analizar la diversidad genética, reducir a la mitad el tiempo –en relación a los métodos convencionales– para llegar a un producto final o incorporar en una especie factores genéticos que no están presentes en su genoma original.

La Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) es una federación de segundo grado que agrupa a más de 120 cooperativas de agricultores diseminadas a la largo y a lo ancho del país. Su evolución de más de 90 años le permitió transformarse en un actor principal de la generación de cosecha, acopio, corretaje y exportación de la producción granaria, aceites y subproductos de la Argentina desde sus propios puertos.

Mejoramiento genético en cereales de invierno-ACA-

ACA desarrolla numerosos trabajos en colaboración con el INTA: en soja con Marcos Juárez, en maíz y sorgo con Pergamino y en trigo con el Instituto de Recursos Biológicos de Castelar. Su estrategia está basada en las vinculaciones tecnológicas y convenios de intercambio con organizaciones y empresas del país y del exterior para incrementar la variabilidad genética, desarrollar investigaciones en colaboración, obtener híbridos en conjunto, registrar nuestros materiales en el exterior y, cuando se justifica, recurrir al licenciamiento de materiales extranjeros.

Fuente: INTA informa

Por: Gastón Pepa | Tw: @gauchitosmu| gastonpepa@hotmail.com

 

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